Se dice que en tiempos coloniales las aguas del Río San
Francisco se desbordaban con frecuencia inundando el callejón de la 6 Sur. La
gente dio utilidad a la crecida del río e instaló allí algunos molinos. Sin
embargo, el agua estancada y las actividades que en ella se realizaban
atrajeron a una gran cantidad de sapos, hecho que dio origen al nombre actual
de la calzada. La plazuela de los sapos está rodeada por casas típicas
virreinales en las que se puede observar una gran diversidad de bellos portones
y balcones en sus fachadas.
Actualmente estas construcciones están ocupadas por
bazares de antigüedades, restaurantes y bares. Los sábados y domingos desde las
10 am se establece un tianguis que se ha convertido en un paseo tradicional,
donde se puede encontrar infinidad de antigüedades, artesanías, objetos de arte
y numismática. Puedes hacer una parada en la famosa cantina La Pasita y probar
el licor de la región, o visitar alguno de los restaurantes de comida típica.
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