sábado, 28 de octubre de 2017


¡tù! - gritó el aparecido con una voz que resonó hasta el otro lado del rio San francisco.
-¡Hermano!. Gritó a su voz la noble Ovando.
Todo lo demás sucedió en un abrir y cerrar de ojos. Al instante se oyó un disparo hiriendo de muerte a la doncella que trató de proteger a su amado. Este último trató de tomar la espada, pero no fue lo suficientemente rápido para evitar que el joven Ovando le cortara el cuello con una daga de cinco que llevaba siempre consigo. La última expresión de la doncella delató el horror de esos momentos y su cuerpo suplicante cayó sobre un charco de sangre. El joven Ovando enloquecido tomó su daga de cinco y de un tajo le cortó el cuello al irreverente.
Hubo luto riguroso en la casa de los Ovando durante varios días. El hijo se salvó de la cárcel porque se dijo que fue un crimen de honor. pero ni todo su dinero fue capaz de librarlo de la venganza de la familia del pretendiente, tiempo después lo liquidaron cuatro hombres en un callejón. Más triste fue la historia del padre.
Ovando era un buen hombre y amaba a su hija. Tras de su muerte trató de migrar su dolor con la bebida y muchas veces se vio en la necesidad de cruzar el puente a altas horas de la noche. En un día lluvioso se fijó en una mujer a la entrada del puente que pedía limosna.
-Por la sangre de Cristo señor, deme una moneda- dijo la fantasmal figura.
-mujer necia, ¿qué hora es ésta de pedir a la entrada de mi puente?
-No me reconoces padre? – dijo la voz de ultratumba- pido limosna aquí y pediré a tu descendencia hasta el fin del mundo, por cuanto fui muerta a manos de mi propia familia.
-¿Quién eres… ser del mal?- replicó el anciano horrorizado.
¡mírame! - iluminó un relámpago la figura.
¡No! Esto no es verdad.
-Mírame de nuevo- repitió la aparición que en  todo era la imagen de su hija.
¡No!- gritó un desesperado Ovando tratando de cruzar el puente que lo acercaba en su casa. No llegó lejos, porque el agua del rio se elevò cubriéndolo y arrastrándolo al fondo sin posibilidad de salvación. Su cuerpo fue descubierto dos días después lejos de la ciudad.
Hasta el dia de hoy los más antiguos habitantes de Analco sostienen que si uno cruza ese puente a medianoche aparece una mujer pidiendo tributo. Si se le entrega la moneda se puede pasar libremente, si no, una fuerza invisible te jala hacia abajo, del que antes fuera el rio san francisco y hoy es el boulevard 5 de mayo.

viernes, 27 de octubre de 2017

LA APARECIDA DEL PUENTE DE OVANDO (BOULEVARD 5 DE MAYO)


Cuentan que la familia Ovando en su época fue la más poderosa de puebla. Testimonio de su grandeza es el llamado Puente de Ovando que, dice la tradición, fue construido por ellos para tener acceso a su casa de campo en las afueras de la ciudad.

Un Ovando tuvo dos hijos: una valiente y esforzado hombre, y una de las bellezas más hermosas que han vivido en Puebla. Legados los dieciséis la muchacha, la noble Ovando, buscaba pareja, con la ingenuidad de su joven vida, se dejó guiar `por sus sentimientos creyendo que podía elegir a su antojo, aunque fuera a una joven de mediana posición, contraviniendo su linaje y descartando las órdenes del viejo patriarca-

-Pero padre, yo lo amo- decía la doncella suplicante.

- ¿Qué tiene que ver el amor con el matrimonio? - respondió el patriarca sólo te casarás con alguien de tu alcurnia. ¡Quieres casarte con un pobretón? Primero muerto que viéndote pedir limosna en un puente.

La hija se sentía indefensa ante las recriminaciones del padre que sólo hablaba de la grandeza de la familia, el único consuelo que le quedó fue llorar ante la mirada de su progenitor.

Al pasar los días supo con certeza que todo estaba del padre que sólo hablaba de la grandeza de la familia, el único consuelo que le quedó fue llorar ante la mirada firme de su progenitor.

Al pasar los días supo con certeza que todo estaba perdido, y pensaba en silencio: “todo habría sido fácil si no me hubiera enamorad” ahora sólo le quedaba perder su calidad de doncella y su padre tenía que aceptar la unión para no enfrentarse a la deshonra.

Para ello escogieron un día en el que el padre, pretextando negocios de diversos índole, se ausentó de la casa familiar, y en su casa, en la cama donde dieciséis años atrás había nacido la joven, se unieron de la forma dulce como sólo lo hacen los verdaderamente enamorados.

En medio de su pasión no pudieron percibir como se abría lentamente el armario, ni vieron la súbita aparición de un joven que con grito estentóreo y una pistola en mano los séalo.



CONTINUARA...

jueves, 26 de octubre de 2017

EL PUENTE DE OVANDO

Durante la época virreinal, Puebla fue una de las ciudades más importantes de la Nueva España y en el continente. Por esta razón, existen grandes ejemplos de arquitectura que aún se mantienen vivos hasta ahora, que cuentan una historia propia. Tal es el caso del Puente de Ovando, localizado en el Barrio de Analco, del cual te platicamos un poco de su historia.

Puente de Ovando comienza en 1775 y fue construido debido a una razón muy específica. El Puente de Analco continuaba siendo destruido, a pesar de los esfuerzos llevados a cabo por el maestro Ilescas. Por esta razón, se organizó una fiesta de toros en la fecha ya mencionada para ayudar a costear el nuevo puente. Éste, finalizada para 1777, se encontraba inmediato a la casa del regidor Agustín de Ovando y Villavicencio.

Sin embargo, el Puente de Ovando también es una de las estructuras en Puebla que se encuentran rodeadas de leyenda. En este caso, hay una historia completamente separada de los hechos, pero que aun así resulta muy interesante el conocerla. Es una historia de amor, similar a Romeo y Julieta de William Shakespeare, en donde hay un amor simplemente imposible.

viernes, 20 de octubre de 2017

7 túneles de la ciudad de Puebla

Continuación:

Una tercera explicación sostiene que los túneles fueron construidos en la época colonial como defensa y sistema de comunicaciones, recordemos que la ciudad de puebla enfrento varios motines de indios entre los siglos XVI-XVIII, y encontraba fundada en el territorio de Tlaxcala. Se tienen evidencias concretas que apoyan esta teoría:
Existe una fotografía de 1869 que muestra el interior del palacio de la inquisición en puebla, cerca de Santo Domingo, aunque el edificio se ve parcialmente derrumbado se alcanza a distinguir perfectamente los restos de un enorme túnel sobre la superficie del terreno.
Los túneles identificados hasta ahora unen conventos e iglesias utilizadas como fortificaciones durante los sitios que sufrió la ciudad durante el siglo XIX.
Imagen relacionadaEn 1947 cerca de lo que hoy es el centro cultural poblano se encontró un túnel con 13 cruces. Peritos creyeron haber localizado los restos del general Francisco J. Landeros, héroe del sitio de puebla, cuyo cadáver nunca fue encontrado.
¿por qué no hay mapas claros que muestran la existencia de los túneles?
En realidad un túnel es útil en la medida que las personas no conocen de su existencia. Además la ciudad de puebla ha sufrido muchos cambios durante su existencia, y existen grandes peligros en recorrer los túneles sin una debida protección debido a gases venenos y fauna nociva. Terminadas las guerras que sufrió México durante el siglo XIX se perdió el interés en esa red de túneles y fueron clausurados. Se sabe de la existencia de ellos por trabajos de remodelación en el centro y por obra de particulares.
Una anécdota significativa el respecto es la del propietario del negocio La casa del ciervo, señor José López Cruz, buscador de tesoros profesional. Él me relato como un día lo fue a buscar un señor convencido de que había un tesoro en una casa junto al sol de puebla. Al ir a ver se percato que de hecho, había allí dos casas gemelas. El dueño de una de ellas se negó a dejarlos cavar, el otro propietario accedió y al cavar vieron que un túnel unía ambas casas (terminaron en la cisterna de la casa vecina). El dueño de la casa que les había negado el acceso termino confesándoles que el había localizado el túnel al construir el pozo en cuestión.
La mejor historia sobre túneles y tesoros que conozco trata sobre unos delincuentes que entraron a la catedral perseguidos por la autoridad, escaparon por el túnel hasta que terminaron en un pozo. Sobrevivieron gracias a unos niños que llevaban tortas (pan duro), al parecer para ver cómo se esponjaba en el pozo, los ladrones les cambiaban por el dinero. Hasta que un día un hombre, intrigado por el dinero que los niños parecían obtener del pozo, fue a ver qué pasaba. El cadáver del hombre fue encontrado días después por las autoridades que buscaban a los delincuentes.

Imagen relacionada

jueves, 19 de octubre de 2017

tuneles de la cuidad de puebla

existen los túneles de puebla ? algunos testimonios al respecto 
cerca de lo que fue el cine variedades se hicieron trabajos de excavación encontrándose un túnel enorme ,se rescato un camafeo antiguo 
en los trabajadores de remozamiento del paseo de san francisco  el autor tuvo la oportunidad de ver uno de esos túneles ,poco tiempo antes de que se construyera al actual centro comercial 
es un hecho que existe un túnel entre Loreto y Guadalupe  usado como paseo de municiones durante la intervención francesa 
existe una historia de como en el palacio del arzobispo , los jesuitas tenían acorralado a don juan de Palaflox y Mendoza  ,decididos a impedir que dieran misa en la catedral .se cuenta que se sorprendieron cuando les avisaron que ya no estaba en su palacio,sino dando misa a dos calles mas adelante .nunca pudieron entender como se les había escapado 
hay muchas teorías que explican la existencia de túneles .el suelo de puebla ,rico en cal,ha llevado a muchas personas a sostener que la existencia d estos se debe  la naturaleza .carrion ,en su muy gustada obra historia de la cuidad de puebla, afirma que el agua en puebla se mueve por enormes vasos comunicantes que llevan el agua de los volcanes a la cuidad a la cuidad. se sabe al respecto de muchos lugares, como la libertad ,que se encuentra hundiéndose por túneles formados por la naturaleza, al extraerse el agua en tiempos modernos,estas "construcciones naturales" se quedan sin sustento 
otra hipótesis sostiene que los túneles no son otra cosa mas que los restos de las catacumbas creadas bajo la cuidad en la época colonial  

miércoles, 18 de octubre de 2017

Túneles de la Ciudad de Puebla

Hola, buen día... 😊

El día de hoy daremos continuación a nuestro siguiente tema..

Aquí te dejaremos un poco de información de este importante lugar que a marcado a nuestra Heroica Puebla de Zaragoza.

Con una antigüedad calculada entre los 300 y 500 años, se descubrieron túneles subterráneos en la capital del estado, que vienen a darle una nueva revisión a esta parte de la historia poblana.

Estos túneles son edificaciones militares que sirvieron durante la Batalla del 5 de mayo, contra tropas francesas, que cuentan con 7 metros de altura y 3 metros de ancho.

Sergio Vergara Bermejo, Gerente del Centro Histórico y Patrimonio Cultural de Puebla, reconoció que “En la narrativa urbana o las leyendas urbanas se ha hablado de los túneles de Puebla, pero nadie sabía dónde estaban, nunca los habíamos visto”.

Se localizaron en la zona interna del Centro Histórico y en la franja de Los Fuertes, antiguas capillas asentadas en lo alto de un cerro Acueyametepec, las cuales fueron convertidas en el siglo XIX en fortificaciones militares.

Los hallazgos permitieron ver que existe una comunicación que va del Fuerte de Loreto al Fuerte de Guadalupe en la parte alta de la ciudad; y del Fuerte de Loreto al céntrico Barrio de San José. Igualmente se halló uno que va del Fuerte de Guadalupe a la Iglesia de Los Remedios, el bastión donde el General Ignacio Zaragoza decidió concentrarse para planear la heroica defensa de Puebla ante el ejército francés.



viernes, 13 de octubre de 2017

Don Jesús le contó lo del préstamo, su nombramiento como nuevo obligado de la ciudad, después de que sus rivales murieran en circunstancias misteriosas. Pensando que era una broma firmó un pagaré por el oro ofrecido, y  ahora comprendía que la garantía era su posesión más valiosa…

Pensé que tenía las de ganar- respondió lastimero Lanzagorta- pues agregue que mientras no gastara todo el dinero el contrato no sería valido y sólo me queda una moneda.

 -Entonces no debe preocuparse. Dijo el padre Ávila.

 -Lo que se me olvidó decirle  es que  si alguien me la roba perdería mi alma.

 - Don Jesús esa historia me parece increíble, pero no le abandonaré, esta noche estaré en su casa listo a ayudar- Al  amanecer le padre Ávila se marchó prometiendo llegar a las primeras sombras de  la noche.

 -Esa noche hubo una tormenta como pocas ha habido en Puebla.

 Los rayos bajaban del cielo destruyendo los campanarios de la iglesia de Analco, del Carmen y  San Agustín. Las aguas del río crecieron y dañaron gravemente los puentes de  Analco y  de San Francisco.

Mientras  en la recámara del Obligado, un Don Jesús Lanzagorta se retorcía en medio de fiebre.- ¿Y  si el padre Ávila no llega?, ¿Cómo podré defenderme?- Piensa Jesús, piensa- decía para sí.

 -No va a llegar ilustrísima, tengo la sensación que el buen Padre Ávila tuvo un contratiempo cruzando Analco. Espero que sepa nadar. Porque si no, no creo que pueda llegar a ninguna parte- dijo una voz grave que salía de la obscuridad-

 - Eres tú- maldito-  señalando con un dedo hacia la obscuridad.

 - Así es,  y vengo a cobrar mi parte, son cuarto para la hora y a las doce tu cuerpo quedará inerme, solo necesitó que me entregues la moneda de oro y quizá te deje otro tiempo.

 - Mi moneda jamás te la daré, - respondió Lanzagorta.

 - Entonces  esperaré  a que se cumpla el plazo   y yo mismo la tomaré.

-Ayúdame Señor, no  sabía lo que se hacía, perdóname…

 -Ah claro, - dijo don Juan-  ahora resulta que yo te obligué, ya sabes te leeré de nuevo el papel que firmaste hace diez años:

Muy noble y muy leal Puebla de los Ángeles a 13 de Agosto de 1689

Yo don Juan Lanzagorta de Urzúa e Hidalga, recibo diez mil escudos en oro pagaderos a diez años y  pongo min alma  y todo mi esfuerzo para el cumplimiento de este contrato.

El contrato no será  válido hasta que en vida se cumpla el plazo de diez años o el deudor gaste la última moneda dad en prenda.

Don Juan                              Don Jesús Lanzagorta                  
                      
-Bueno, me regresas lo que te presté o espero diez minutos y tomó lo que me pertenece- agregó don Juan.

  -Sabes que todo lo he perdido en este último año.

 -Es una pena que en esos barcos donde invertiste dinero se hayan hundido en la Florida, que a  tus puercos los haya matado esa misteriosa enfermedad y el ayuntamiento te haya ordenado quemarlos, que las mercancías que encargaste de México las robaran en Río Frío…

-No es justo, todo ha sido una vil treta- dijo Lanzagorta.

-Sí,  así es la vida y ya son las doce- le respondió el maligno.

-Un momento dijo triunfante Lanzagorta- todavía tengo una moneda de ese cofre sosteniéndola con la mano…- El reloj comenzó a dar las doce campanadas- y también tengo esto- Sosteniendo con el otro brazo una pistola-

 -¡No!- gritó don Juan.

 En ese mismo momento Lanzagorta jaló el gatillo de la pistola con la que apuntaba a su cabeza matándose al instante, antes de la doceava y última campanada de ese día maldito.

 El padre Ávila, que había caído al río, no supo como con la última campanada  de las doce alguien le tendió una mano y lo sacó con  vida. Maltrecho logro llegar a la casa del Obligado. Fue recibido por  los sirvientes que le informaron  que antes de las doce, escucharon un disparo, y al entrar solo había olor a pólvora, pero los restos del amo  no estaban allí.

Ya que el diablo, enfurecido porque Lanzagorta le había ganado la partida,  emparedó en su casa al pobre don Jesús con su último escudo de oro.  Y hasta el día de hoy,  algunos vecinos juran  que en esa casa hay un fantasma, que no es otro que el pobre Obligado tratando de ahuyentar a los que quieran su última moneda.

miércoles, 11 de octubre de 2017

La Casa del Obligado

La Casa del Obligado
Ubicado en la 7 sur esquina con la 7 poniente.

Continuando con nuestras leyendas dentro de la Ciudad de Puebla hoy te dejaremos la primera parte de esta..




En la época colonial un obligado era la persona que tenía la obligación de abastecer a una ciudad de determinado producto, a su cuenta y riesgo, recompensando con un contrato que le daba grandes ganancias ya fuese sobre la venta de carne de vaca, carnero, etc. Ser  un Obligado era una distinción buscad por muchas personas y la casa donde se expedía el producto se llamaba la Obligación.

Don Jesús de Lanzagorta a principios del siglo XIX quería ser un Obligado. Era un asunto difícil, porque  ese título lo habían obtenido personas como don Isidro Rodríguez de Madrid, caballero de la orden de Santiago, o don Juan Miguel de Chavarría, antiguo encomendero  de la ciudad de México. Soñar ni importaba, sobre todo para el hijo de un esforzado comerciante que se había hecho solo en su natal Tehuacán. En la soledad de su casa, por la noche, Lanzagorta solía hablar en soliloquio de lo que haría si tuviera tal distinción.

-¡Ah si yo fuera el Obligado les demostraría lo que es un Lanzagorta. Ni los  Unanue, ni los Ovando, ni los de la Hidalga me llegan a la mitad, sí,  pero ellos tiene amigos- se lamentaba, y  a mí nadie importante me conoce en esta ciudad. Daría todo lo que tengo por tener solamente una oportunidad…-sus palabras sonaban como una invitación a  un  pacto diabólico.

Entre el hueco de estas afirmaciones entró un extraño viento frío que lo inquieto, y pudo  ver la presencia de un hombre que se había presentado en su sala. Era  un ser de presencia terrible, a la vez que hermosa. Terrible porque su semblante daba un aire de maldad al ambiente que sus ojos brillantes y hermosos no podían quitar.

 -¿Acaso mi casa es  iglesia para entrar a estas horas así en ella?- protestó indignado don Jesús.

- Debe perdonarme don Jesús- repuso sardónico el invitado- ¿No me recordáis?

 -¡Oh!, sí, usted es el hombre de Veracruz, lo recuerdo cuando desembarcábamos en San Juan de Ulúa en medio de esa terrible tormenta, lo extraño es que usted no dejaba de reír mientras todos pensábamos que se iba  a hundir nuestro bote.

 -Cierto, pero eso se debe a que soy una persona acostumbrada a las tormentas, comúnmente suelo incluso provocarlas en ese rincón del mundo, pero no hablemos de mí, he escuchado acerca de  sus  aflicciones y estoy dispuesto a ayudarlo.

-¿Cómo?- exclamó don Jesús extrañado.

 - Hace rato mencionó que daría todo por ser el Obligado de la ciudad, estoy convencido que busca el dominio del mercado de la carne de cerdo, le recuerdo que no es fácil, pero con los amigos adecuados y el dinero suficiente podría hacerse…

 -Basta de bromas señor- dijo Lanzagorta-   quiero saber con quién estoy  hablando.

 - Mi nombre no importa y es causa de espanto para aquellos que lo escuchan, y más  en una noche lúgubre y lluviosa  como está, hablaremos mañana- y  tal como había llegado desapareció de la  escena.

 Lanzagorta al día siguiente no supo si todo había sido producto de un sueño,  o era efecto del vino que tomó. Como  se había levantado temprano, a las diez de la mañana se encontró con su amigo regidor que le informó las condiciones en las que se nombraría  a un nuevo Obligado, la fianza era  enorme, proporcional a las  ganancias que se esperaban en una año del negocio, más de 3,000 pesos como garantía de cumplimiento del  trabajo. Le comunicó que habría subasta y eran muchos los interesados.

 Decepcionado don Jesús  agradeció la información y se retiró para  desayunar en su casa. Se  sorprendió al ver que  su mesa ya estaba ocupada por aquel  extraño personaje que  la noche anterior lo había visitado.

-Don  Jesús,- inició el siniestro personaje- siéntese por favor, he estado esperando por usted,  tenemos grandes asuntos que tratar.

 -Vaya qué es raro el hombre que me invita a  mi propia mesa!- exclamó Lanzagorta, pero  había un influjo en  ese hombre que no permitía negarse, y terminó sentándose.

 -Un asunto difícil  es ganar el asiento de la carne de cerdo en la ciudad, veo hombres poderosos tratando de ganar el monopolio para surtir de carne a la población. Don Agustín de Ovando es uno de ellos, Tomás de Garcilaso está en este mismo momento, juntando sobornos para comprar a los regidores del cabildo de la ciudad. Con  todo, si usted tuviera la cantidad de dinero podría vencerlos.

 Eso he venido a ofrecerle

 -¿Tiene usted mucho dinero?- preguntó don Jesús

 -Más de lo que usted imagina-  respondió el extraño personaje.

-¿Cuánto?

 -Lo necesario para que usted sea el obligado- le alargó un papel agregando que solo  debería firmarlo.

 Lanzagorta dudó  por un momento, era  ambicioso y se creía  muy listo, pero tal vez  no lo suficiente para comprender que el mundo, hay alguien más listo que uno mismo.

-Si su excelencia  tuviese diez mil escudos de oro, creo que podría ser persuadido a firmar ese documento- dijo socarronamente.

 -La  condición es aceptable- respondió el extraño.

 Lanzagorta sabía que era una cifra imposible de juntar en varias vidas. Sobre todo por el origen de su linaje. Supo que nada perdía con leer el documento que lo comprometía  a poner su alma y  todo su esfuerzo para cumplir con el compromiso. Temiendo   un  arrepentimiento, de la presencia, agregó unas palabras y lo firmó.

 -Llegó el tiempo el tiempo de presentarse y os digo que uno de mis nombre es don Juan y como noto que usted va a poner su alma y esfuerzo en el cumplimiento de este contrato, terminamos el asunto y dejaremos que corra el tiempo y a su hora yo estaré presente para exigir lo que me corresponde- sobre  la mesa dejó diez mil escudos en oro ante el azoro de Lanzagorta, quién nunca pudo precisar el momento en que su extraño benefactor abandonó su casa.

Diez años pasaron de aquel entonces. Una mañana el padre Rodrigo Ávila  se encontraba descansando en su casa cuando alguien tocó  fuertemente a la puerta. Era un enviado de la casa del Obligado; el patrón se encontraba grave y solicitaba  la presencia  de un confesor. 

 El padre Ávila tomó rápidamente  camino a la casa del obligado. Don Lanzagorta era ya un  hombre famoso en la ciudad y no era conveniente hacerlo esperar. Lo encontró en la cama, víctima de  fiebres y  parecía estar fuera de sí. Únicamente hablaba incoherencias  y tomó un largo rato para que empezara a hablar con claridad.

 -Padre  estoy perdido. Tuve una visión y sé que esta noche viene por mí…

-Calma don Jesús, ¿Quién  viene por usted?

 - El  mismo diablo. 

-Vamos Señor soy un confesor, piense con claridad y dígamelo todo.

martes, 10 de octubre de 2017

Tercera parte de la Leyenda la Casa de los Marranos


Mezclando chile mulato con pasilla, la salsa alcanzaba el sabor perfecto.

El siguiente paso era lograr el olor: evidentemente las especias eran clave.  Lo malo de los experimentos culinarios en ese tiempo era la perdida de dinero, pero el patrón en el alarde de generosidad le dio la llave de la alacena de las especies. A Li Fa le quedaba claro que el olor dulzón se consiguió con la canela, añadiendo ajo. Cebolla y clavo se balaceaba hasta lograr el olor ideal. Moliendo todo con galletas, almendras y nueces se lograba la salsa perfecta, no había que dejar de mover con una cuchara de palo la salsa, porque notó que la mezcla se pegaba al fondo de la cazuela.

Li Fa probó la salsa y sonrió satisfecho, pensaba que solamente los patentes reproducían, los vendedores maestros mejoraban los sabores, ahora el banquete le daba la oportunidad de agrandar su fama.

Tenía el guajolote y la salsa. Nada mejor que para aderezar la preparación que un poco de ajonjolí español y arroz. Li Fa sabía que el arroz en México se preparaba con aceite y se le daba una coloración rojiza con jitomate, pero el suponía que, con arroz originario de China, el nuevo platillo debía presentarse lo más naturalmente posible. Así elaboró un arroz blanco como el complemento perfecto. Satisfecho con lo logrado, sólo esperaría la fecha para preparar el banquete que al amo había ordenado para el día de su santo.

María Luisa no encontraba consuelo ante el vendaval que se venía, y llegó a la conclusión que tenía que deshacerse de su marido. Se lo planteó a sus amantes y todos se mostraron temerosos, y ninguno se comprometió a hacerlo. ¡Cobardes! Sólo quedaba el veneno, la ancestral arma de las mujeres, pero ¿Cómo aplicarlo, ¿cuándo y dónde? El banquete parecía ser la ocasión apropiada.

El día del festejo la famosa casa de los marranos parecía iglesia de lo llena que se encontraba. Decenas de invitados llegaron a disfrutar la hospitalidad de don Huesca.  Estaba el inquisidor, el alguacil de la santa hermandad, la policía de la época, los acaldes mayores, caballeros de varias cofradías, todos listos para saborear ese delicioso platillo, que presumían haber degustado tanto tiempo atrás.

-¿Cómo decís que se llama mi señor?- - preguntó un inquisidor.

-“Mole”, ilustrísimo señor!,- respondió don Tomas.

-¿Delicioso, es único!, nunca había probado algo semejante.

Los invitados aprobaban con movimientos de cabeza estas aseveraciones.

Saboreando la comida, nadie se fijó cuando la esposa del anfitrión se deslizó a la cocina. Luisa llevaba un pequeño fracaso envuelto en un trozo de tela. En la alacena vertió sobre una de las botellas de vino el líquido mortal. Dispuesta a retornar sus pasos, se encontró con Li Fa quien había observado la escena de cerca. Decidido, trató de detenerla. Luisa gritó en el momento que llegaba su marido, quien había ido a la cocina por el vino. Al ver a don Huesca la escena, la sangre se le subió a la cabeza, y atravesó el corazón de Li Fa con el mismo cuchillo con el que había estado comiendo el mole momentos atrás.

María Luisa se convirtió en una viuda muy rica que vivió muchos años. Nuca volvió a casarse y cuido a distancia a su hijo. Se dice que en navidad y año nuevo enviaba grandes cantidades de dulces, frutas y juguetes a los niños se san Cristóbal y en algunas noches lúgubres se dibujaba su silueta en la puesta del orfanatorio.

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